lunes, febrero 18, 2002

Mentiras Verdaderas

El ocho de noviembre del 2001, fuimos testigos de la baja del precio del cobre más significativa de los últimos 10 años; todas las predicciones habían fallado y cuando la libra del metal rojo bajo de los 60 centavos de dólar, la barrera sicóloga se rompió preguntándonos - ¿Ahora quien podrá ayudarnos?.

Antes de ese día, la baja del cobre era sostenida y se agravó con los hechos ocurridos en las WTC en New York; el ambiente minero estaba en una constante observación a la bolsa de metales de Londres y de faenas que ya estaban llegando al nivel de su cash cost, convirtiéndolas en malos negocios en conjunto con proyectos de desarrollo detenidos hasta nuevo aviso.

Sin embargo, ese ocho de noviembre, se decidió un aspecto que cambiaría el curso de la minería del cobre y la relación de todos sus actores.

Da la causalidad que justo el día cuando despertamos con un cobre bajo los 60 centavos de dólar, era la flamante inauguración de la mina “El Tesoro”, con una inversión que alcanzó a US$ 292 millones perteneciente en un 61% a Antofagasta Minerals S.A. y Equatorial Mining Limited, en un 39%, se contó con la asistencia del Presidente Lagos además de del Presidente del Directorio de Minera El Tesoro, Jean-Paul Luksic, el Gerente General de AMP Chile, Jorge Bande, y el Managing Director, Head of Commodities and Risk Finance del banco Royal Bank of Scotland, Mark Parry, altos ejecutivos de la SONAMI y del Consejo Minero además de Juan Villarzú, entre otros.

Todos los presentes tenían una sola cosa en mente: “qué más podría pasar ahora con un precio del cobre por el suelo y con más proyectos en desarrollo por delante”, sin embargo pocos sabían lo que se discutía entre los más importantes ejecutivos mineros del país y sin lugar a dudas daría un giro a todo lo que estaba pasando hasta ese día.

Con meses de antelación se preparó la operación comunicacional más importante de los últimos tiempos en la industria minera; el anuncio de recorte de producción.

El día de la inauguración, la preocupación principal de los altos ejecutivos mineros era ¿quién de todos los productores daría el primer anuncio de recorte de producción? Y en ese mismo lugar se decidió quien y cuando se haría el anuncio de esta gran decisión. BHP- Billiton sería el primero y al otro día de la crisis en el precio. Posteriormente Codelco dio el anuncio que estudiaría reducir su producción. Pero ¿qué es lo interesante en todo este asunto?. Investigando que involucra este recorte, nos encontramos con la modificación de los planes mineros de las distintas faenas involucradas en la producción de cobre fino y en qué cantidad afecta esta reducción al costo mina.

Aun con anuncios ya cuantificados (BHP sobre las 170.000 toneladas entre la producción de Chile y Perú y Codelco con 100.000 toneladas menos para el 2002) me atrevo a decir que existe un factor importante que no se ha tomado en cuenta; y es que este anuncio de reducción de producción no tiene ningún efecto sobre el Stock inmediato, es más, ninguno de los anuncios tiene un impacto real sobre el inventario a corto plazo, por que sobre lo que maneja la bolsa de metales de Londres existe un Stock privado de las compañías mineras que es tres veces más grande de lo que tienen negociando en la LME, lo que en estricto rigor no debería afectar los precios a corto plazo. Entonces, ¿Cómo es posible que ya tengamos precios por sobre los 70 centavos de dólar por libra de cobre?, fácil, el anuncio no estaba dirigido a los mineros sino a los que no son mineros.

El efecto comunicacional de la reducción de producción, estaba enfocado a Fondos de Inversión sin intereses en el Cobre en si, si no más bien en el mercado de consumo de cobre que al verse con casi 300.000 toneladas menos, empezó a especular sobre el precio llevándolo a niveles elevados desde el punto de vista de la crisis que se estaba viviendo y la desaceleración que se produjo en Estados Unidos después del 11 de septiembre.

Me gustaría saber de quien fue la idea, por que al parecer funcionó a la perfección, y en realidad mi curiosidad va por el lado de poder plantearle las siguientes preguntas: ¿Qué pasará cuando se explote ese cobre que se dejo de producir? y ¿Nos creerán la próxima vez?...

T.N.