Llamémosle atraso tecnológico de nuestra sociedad, o visión exageradamente futurista de las generaciones de los 50´s, 60´s, 70´s e incluso de los 80´s, pero a menos de 1 semana de que lleguemos al siempre comentado nuevo siglo, nuestro mundo aún carece de vehículos epaciales urbanos, robots en abundancia en nuestra vida cotidiana y automatización completa de todas y cada una de nuestras actividades.
Y si bien le fallamos a los visionarios de aquellas épocas, el crecimiento tecnológico que hemos llevado ha sido más que aceptable. Hemos, como raza desarrollado avances en materia tecnológica, política y hasta teológica que sorprendería a muchos. Incluso a aquellos que pronosticaban nuestra vida cambiada al 100% desde la tarea más sencilla.
La era de la información, como muchos le llamamos ha opacado inevitablemente la época espacial y la época computacional, porque conforme se lleva a cabo la convergencia tecnológica, vemos que ésta se dirige hacia un punto muy específico, el que ahora rige nuestras vidas: la información.
Robots y naves espaciales han pasado a segundo término ante la gran demanda de los sistemas que nos permiten comunicarnos. Recibir, enviar y publicar información han sido la base de nuestras actividades. Internet crece exponencialmente, no sólo en usuarios, sino que en tecnología nueva, y en ella se lleva la nueva revolución, más sin embargo, no es la única entidad dedicada a la información, pero sí su principal embajada.
En cuanto al cómputo, desde el nacimiento de la primera computadora a mediados de los años 40 hasta la fecha, el avance ha sido simplemente incomprensible. Los componentes se han reducido a tal grado que los equipos se han convertido en portátiles, y poco a poco los precios reducen y rompen barreras. En cuanto a la telefonía y la transmisión de datos, se ha avanzado a tecnología inalámbrica. Se han desarrollado sistemas satelitales, de microondas, ultra alta frecuencia, radio. Y todo nos lleva a la portabilidad.
El comercio se moderniza también. Es ahora posible comprar tarjetas de débito inteligentes, tarjetas que se pueden usar como monederos electrónicos, tarjetas de prepago de gasolina, de despensa, de telefonía. Uno puede comprar a distancia, hacer operaciones de un lado a otro del planeta con una tarjeta de crédito. Incluso, en países como Canadá o Estados Unidos es ya una realidad comprar con cargo directo a una cuenta de cheques, ésto sin la necesidad de firmar y enviar un cheque o giro. Todo nos lleva al comercio electrónico.
Y las sinergias que se dan en nuestra "era de la información" sufren también un proceso de convergencia. Todas ellas, la información, la portabilidad y el comercio electrónico tienden hacia un punto: la eliminación de fronteras.
Y pues, como conclusión personal deseo remarcar el hecho de la eliminación de fronteras. Hoy nuestra realidad es el nacimiento de una nueva comunidad, una en la que las fronteras no existen, una sociedad creada, operada y gobernada por individuos, cuyo crecimiento desordenado ha llevado su éxito, un éxito que provee de infinitas oportunidades y un evidente campo de opciones, de entre las cuales podemos elegir libremente.
Este blog no tiene ningun otro fin que registrar lo que he escrito o escribo de vez en cuando, asi que enjoy!
miércoles, diciembre 27, 2000
lunes, diciembre 11, 2000
Un País en vías de desarrollo?...
La diferencia entre los países pobres y los ricos no es su antigüedad. Lo demuestran India y Egipto, que tienen miles de años y son pobres. En cambio Australia y Nueva Zelandia que hace poco más de 150 años eran casi desconocidos, son hoy países desarrollados y ricos.
La diferencia tampoco es en cuanto los recursos naturales, como es el caso de Japón que, a pesar de tener un territorio muy pequeño es la segunda
potencia económica mundial, pues su territorio es como una inmensa fábrica que recibe materiales de todo el mundo y los exporta transformados logrando riqueza.
Tenemos a Suiza sin océano que tiene una de las flotas navieras más grandes del mundo; no tiene cacao pero tiene el mejor chocolate del mundo; en sus pocos kilómetros cuadrados, pastorea y cultiva solo cuatro meses al año, ya que el resto es invierno, pero tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa. Es un país pequeño que ha vendido una imagen de seguridad, orden y trabajo.
Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia, como lo demuestran los estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y logran resultados excelentes. Otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan nuestras fábricas, y al hablar con ellos nos damos cuenta de que no hay diferencia intelectual.
Y tampoco la raza marca la diferencia, pues en países europeos o nórdicos vemos como los africanos demuestran ser la fuerza productiva, no así en sus propios países.
La actitud de las personas es la diferencia. Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos, se descubre que la mayor parte de la población sigue las reglas siguientes: moral como principio básico; orden, limpieza, honradez, puntualidad, responsabilidad, deseo de superación, respeto a la ley y Reglamentos, respeto por el derecho de los demás, amor al trabajo, afán por el ahorro y la inversión.
¿Necesitamos más leyes? ¿No sería suficiente con cumplir y hacer cumplir estas 10 simples reglas? En varios países Centro y Sur America, solo una mínima parte cumple estas reglas en su vida diaria.
No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales, o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros. Simplemente, nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas de funcionamiento de las sociedades.
La diferencia tampoco es en cuanto los recursos naturales, como es el caso de Japón que, a pesar de tener un territorio muy pequeño es la segunda
potencia económica mundial, pues su territorio es como una inmensa fábrica que recibe materiales de todo el mundo y los exporta transformados logrando riqueza.
Tenemos a Suiza sin océano que tiene una de las flotas navieras más grandes del mundo; no tiene cacao pero tiene el mejor chocolate del mundo; en sus pocos kilómetros cuadrados, pastorea y cultiva solo cuatro meses al año, ya que el resto es invierno, pero tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa. Es un país pequeño que ha vendido una imagen de seguridad, orden y trabajo.
Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia, como lo demuestran los estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y logran resultados excelentes. Otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan nuestras fábricas, y al hablar con ellos nos damos cuenta de que no hay diferencia intelectual.
Y tampoco la raza marca la diferencia, pues en países europeos o nórdicos vemos como los africanos demuestran ser la fuerza productiva, no así en sus propios países.
La actitud de las personas es la diferencia. Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos, se descubre que la mayor parte de la población sigue las reglas siguientes: moral como principio básico; orden, limpieza, honradez, puntualidad, responsabilidad, deseo de superación, respeto a la ley y Reglamentos, respeto por el derecho de los demás, amor al trabajo, afán por el ahorro y la inversión.
¿Necesitamos más leyes? ¿No sería suficiente con cumplir y hacer cumplir estas 10 simples reglas? En varios países Centro y Sur America, solo una mínima parte cumple estas reglas en su vida diaria.
No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales, o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros. Simplemente, nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas de funcionamiento de las sociedades.
martes, noviembre 28, 2000
Reconocer a la Gente
Cada uno de nosotros tiene ciertos rasgos que nos hace ser únicos. Y no sólo son los físicos, también tenemos mil y una características en nuestra diaria forma de ser que nos hacen totalmente reconocibles por los que cotidianamente nos rodean.
Una actitud, un ademán, un gesto, una mirada, una reacción; todo esto nos permite decirle a los demás quiénes somos. Y quizá les decimos más de lo que creemos. El lenguaje corporal es muy completo. En muchas ocasiones más que el hablado o el escrito, pues en un instante, con sólo una mirada se puede expresar lo que podríamos escribir en una o más cuartillas de texto. Sin embargo, en otra situación puede la misma mirada significar y expresar algo muy diferente.
Es inexplicable la naturaleza humana, pero como en el resto del reino animal, generalmente usamos ademanes para comunicarnos con extraños, ademanes entendibles en cada punto del planeta. Es un lenguaje universal que puede expresar desde el más inofensivo sentimiento de pena hasta un muy fogoso cariño; desde un simple malestar interno hasta la rabia más desgarradora.
Aquél que aprende a desarrollar la capacidad de observar y analizar el lenguaje corporal de los demás tiene mayor facilidad para conocer a quienes le rodean. Aquel que ve cada mirada, cada movimiento, cada palabra, el tono de la voz, los movimientos de cara, ojos, labios, manos, y aprende a descifrarlos tiene mayor control sobre la situación, porque incluso podrá predecir lo que va a suceder pronto, aún más, podrá conducir a su gusto una situación determinada. Lo interesante en este punto es que todos tenemos estas cualidades de análisis, algunos más desarrolladas que otros, pero todos las tenemos.
Algunas personas van más allá. Algunas personas también analizan el físico y la vestimenta de los demás. Al ver esto, se puede llegar a conocer más sobre los hábitos de quienes están en nuestro entorno. Podemos deducir los hábitos de higiene y limpieza, y por tanto el interés propio. Se puede saber en algunos casos si alguien está casado, o si una mujer está embarazada, la probable edad de quien analizamos, posiblemente su profesión, quizá determinar si practica algún deporte y qué tipo de deporte, en muchos casos, ver sus aficiones o pasatiempos, el origen, y en fin, muchos detalles más.
Éste último punto es lo que hizo famoso al detective de Scottland Yard, Sherlock Holmes, quien incluso antes de escuchar una sólo palabra de sus clientes o de la gente con que trataba, ya conocía los elementales detalles que lo llevaban a conocerlos. Y nuevamente, como en puntos anteriores, todos tenemos estas capacidades, algunos más desarrolladas que otros, perto todos las tenemos.
Como estos puntos hay muchos, y todos sirven para lo mismo, aprender más sobre los que nos rodean.
Una actitud, un ademán, un gesto, una mirada, una reacción; todo esto nos permite decirle a los demás quiénes somos. Y quizá les decimos más de lo que creemos. El lenguaje corporal es muy completo. En muchas ocasiones más que el hablado o el escrito, pues en un instante, con sólo una mirada se puede expresar lo que podríamos escribir en una o más cuartillas de texto. Sin embargo, en otra situación puede la misma mirada significar y expresar algo muy diferente.
Es inexplicable la naturaleza humana, pero como en el resto del reino animal, generalmente usamos ademanes para comunicarnos con extraños, ademanes entendibles en cada punto del planeta. Es un lenguaje universal que puede expresar desde el más inofensivo sentimiento de pena hasta un muy fogoso cariño; desde un simple malestar interno hasta la rabia más desgarradora.
Aquél que aprende a desarrollar la capacidad de observar y analizar el lenguaje corporal de los demás tiene mayor facilidad para conocer a quienes le rodean. Aquel que ve cada mirada, cada movimiento, cada palabra, el tono de la voz, los movimientos de cara, ojos, labios, manos, y aprende a descifrarlos tiene mayor control sobre la situación, porque incluso podrá predecir lo que va a suceder pronto, aún más, podrá conducir a su gusto una situación determinada. Lo interesante en este punto es que todos tenemos estas cualidades de análisis, algunos más desarrolladas que otros, pero todos las tenemos.
Algunas personas van más allá. Algunas personas también analizan el físico y la vestimenta de los demás. Al ver esto, se puede llegar a conocer más sobre los hábitos de quienes están en nuestro entorno. Podemos deducir los hábitos de higiene y limpieza, y por tanto el interés propio. Se puede saber en algunos casos si alguien está casado, o si una mujer está embarazada, la probable edad de quien analizamos, posiblemente su profesión, quizá determinar si practica algún deporte y qué tipo de deporte, en muchos casos, ver sus aficiones o pasatiempos, el origen, y en fin, muchos detalles más.
Éste último punto es lo que hizo famoso al detective de Scottland Yard, Sherlock Holmes, quien incluso antes de escuchar una sólo palabra de sus clientes o de la gente con que trataba, ya conocía los elementales detalles que lo llevaban a conocerlos. Y nuevamente, como en puntos anteriores, todos tenemos estas capacidades, algunos más desarrolladas que otros, perto todos las tenemos.
Como estos puntos hay muchos, y todos sirven para lo mismo, aprender más sobre los que nos rodean.
lunes, octubre 30, 2000
Todo Depende de Nuestras Metas
En alguna ocasión escuché algo muy cierto. "Uno se vuelve exitoso en el momento en que empieza a encaminarse hacia una meta valiosa." Y es muy cierto, ya que nuestras metas marcan el rumbo de nuestras vidas. En ellas enfocamos nuestros esfuerzos, y en ellas cultivamos nuestras ilusiones. Día con día alimentamos nuestros deseos y nos acercamos a su cumplimiento.
El hecho de contar con una o varias metas valiosas para nosotros, a corto, mediano y largo plazo nos hace crecer y mejorar. Cada persona tiene la capacidad de fijarse cierta cantidad de metas y sabe la magnitud de proyectos que puede emprender, y sin embargo, conforme se van cumpliendo, nuestra capacidad va creciendo, así como nosotros mismos como individuos, como personas y como seres sociales.
Yo, particularmente me he propuesto metas que se han cumplido con el tiempo, me he esforzado para salir adelante, aún ante situaciones adversas. He ido en ocasiones más allá de lo que creía posible, y mis metas se han logrado. Y algo muy importante y satisfactorio es haber contado con el apoyo de personas cercanas a mí para llevar a cabo mis proyectos, mis planes y mis ilusiones.
Siempre he tenido un carácter de riesgo. Rara vez me he detenido por miedo, y aunque alguna vez me ha hecho dudar, mi espíritu arriesgado me ha impulsado a ser osado ante toda situación. He emprendido proyectos que sin embargo nunca progresaron y a raíz de ellos, en vez de hundirme, salí a flote, a ver nuevos horizontes. Aprendí de mis errores y sigo aprendiendo de ellos. Me dan armas para seguir adelante y evitarlos en un futuro.
Estoy rodeado de gente exitosa que también ha aprendido de sus errores, gente que ha logrado algunas de sus metas. Amigos y más que amigos que han visto que cumplir una meta no es tan difícil como lo parece al proponérselo. Conozco a quien aún no se ha dado cuenta plenamente que la meta que sigue ha cambiado su vida en muchos aspectos, siempre positivos, a nivel personal, a nivel profesional. Y aún cuando su meta está cerca o lejos, la tiene en mente, y se esfuerza día a día para lograrla.
Mis metas más inmediatas me han abierto los ojos y me han hecho saber que uno es capaz de lograr lo que se propone, y por lo tanto, me han hecho proponerme metas a no tan corto plazo, que requerirán más de mi, pero que sé, pronto voy a llegar a mi destino, como una persona exitosa.
El hecho de contar con una o varias metas valiosas para nosotros, a corto, mediano y largo plazo nos hace crecer y mejorar. Cada persona tiene la capacidad de fijarse cierta cantidad de metas y sabe la magnitud de proyectos que puede emprender, y sin embargo, conforme se van cumpliendo, nuestra capacidad va creciendo, así como nosotros mismos como individuos, como personas y como seres sociales.
Yo, particularmente me he propuesto metas que se han cumplido con el tiempo, me he esforzado para salir adelante, aún ante situaciones adversas. He ido en ocasiones más allá de lo que creía posible, y mis metas se han logrado. Y algo muy importante y satisfactorio es haber contado con el apoyo de personas cercanas a mí para llevar a cabo mis proyectos, mis planes y mis ilusiones.
Siempre he tenido un carácter de riesgo. Rara vez me he detenido por miedo, y aunque alguna vez me ha hecho dudar, mi espíritu arriesgado me ha impulsado a ser osado ante toda situación. He emprendido proyectos que sin embargo nunca progresaron y a raíz de ellos, en vez de hundirme, salí a flote, a ver nuevos horizontes. Aprendí de mis errores y sigo aprendiendo de ellos. Me dan armas para seguir adelante y evitarlos en un futuro.
Estoy rodeado de gente exitosa que también ha aprendido de sus errores, gente que ha logrado algunas de sus metas. Amigos y más que amigos que han visto que cumplir una meta no es tan difícil como lo parece al proponérselo. Conozco a quien aún no se ha dado cuenta plenamente que la meta que sigue ha cambiado su vida en muchos aspectos, siempre positivos, a nivel personal, a nivel profesional. Y aún cuando su meta está cerca o lejos, la tiene en mente, y se esfuerza día a día para lograrla.
Mis metas más inmediatas me han abierto los ojos y me han hecho saber que uno es capaz de lograr lo que se propone, y por lo tanto, me han hecho proponerme metas a no tan corto plazo, que requerirán más de mi, pero que sé, pronto voy a llegar a mi destino, como una persona exitosa.
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