jueves, noviembre 03, 2005

Directorios de empresas públicas mineras

(Publicado en Areaminera N°3, octubre 2005)

El paradigma de la vaca lechera

El ministerio de hacienda en su preocupación por legislar consensuadamente comienza a rayar la cancha en materia de gobiernos corporativos de empresas públicas y privadas, presentando un proyecto de ley el pasado 10 de agosto que modifica algunos puntos de la ley existente.

Sus fundamentos se basan en que aun cuando Chile es un ejemplo regional en materia de regímenes de administración social y derechos societarios, las prácticas internacionales en estas materias están actualmente en una agitada evolución y modernización. Siendo Chile un país que se define como plenamente inserto en la comunidad económica internacional, la autoridad económica no desea permanecer ajena a este desarrollo y solicitó al Banco Mundial un Reporte sobre el grado de cumplimiento de los estándares internacionales respecto de las buenas prácticas de gobierno corporativo (ROSC), que analiza y mide el grado de cumplimiento de dichos estándares básicos. Los resultados de dicho reporte, de 2003, han hecho evidente la necesidad de perfeccionar nuestra legislación para poder adecuarla a los estándares internacionales en la materia.

En lo relativo a las empresas públicas chilenas, es importante constatar que estas operan en ambientes competitivos y son administradas con criterios de mercado. En los casos en que las empresas cumplen funciones cuasifiscales, estas son financiadas con transferencias desde el gobierno central a través del presupuesto público.

Por otra parte, la política declarada por el gobierno respecto de las empresas públicas es maximizar su valor económico, así, durante los últimos 5 años se han venido produciendo una serie de ajustes institucionales para apoyar este objetivo, incluyendo la creación de un consejo con atribuciones de holding (SEP), la introducción de algunas reformas relacionadas con el nombramiento y desempeño de directores y la emisión de instructivos y orientaciones sobre su gestión.

En contraste, los estándares internacionales y las experiencias de los países más avanzados han apuntado a que las empresas públicas operen bajo un marco institucional común, orientado a asegurar su efectividad y transparencia. A finales de abril de 2005 la OCDE publicó las “Guías de Gobiernos Corporativos para Empresas Públicas”, que se basan en la filosofía de aplicar a las empresas públicas las normas diseñadas para las empresas privadas, de forma análoga y hasta donde sea posible.

En la línea de fortalecer los estándares de gobiernos corporativos en las empresas públicas, el proyecto contempla la aplicación de las normas de las sociedades anónimas abiertas en materias de responsabilidad de directores y de fiscalización por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros a las empresas públicas, constituyendo una verdadera reingeniería al sistema actual que rige a las empresas estatales.

Y la gran modificación propuesta por el ministro de Hacienda es en el sistema del SEP (Consejo Superior de Empresas Públicas); donde, básicamente, este organismo remplaza a la junta de accionistas en las empresas públicas por un símil en las empresas privadas. Eyzaguirre plantea que los directores sean designados o emanen del SEP y que los ejecutivos de las empresas sean designados por el directorio designado por este último. Además dicha modificación determina un sistema de responsabilidades de los directores y ejecutivos mas claro, que llega, inclusive, al pecunio personal en caso de acciones o decisiones que lleven a la empresa estatal a una perdida de valor.

Sin embargo esto sigue; en las empresas públicas en que su patrimonio supere las UF 1.500.000 (US$ 50.000.000) deberá contar con 2 directores independientes para efectos de conformar el comité de directores, los cuales serán propuestos al SEP por un comité de selección que puede pedir ayuda a la Dirección Nacional de Servicio Civil para el proceso de selección.

EMPRESAS PÚBLICAS MINERAS

Codelco Chile, la empresa de cobre más grande del mundo merece y necesita un gobierno corporativo de clase mundial que responda por una parte a sus exigencias de competitividad internacional y por otra a las expectativas que la ciudadanía ha depositado en ella. El estado tiene legítimo derecho de participar en actividades productivas que defina como estratégicas para el desarrollo nacional pero debe ajustarse a las reglas de la competencia.. El actual status normativo e institucional de la empresa está determinado por un Decreto Ley del año 1976, dictado durante el gobierno militar. Ese decreto establece el sistema de relaciones entre Codelco y principalmente el Ministerio de Hacienda que regula la conformación del Directorio y sus atribuciones, junto con las del Presidente Ejecutivo de la empresa.

Frente a esto, ¿Será conveniente integrar a Codelco a una estructura como el SEP?... la respuesta debería ser no, pues por ser la empresa de cobre mas grande del mundo y la mas importante del país, lo que requiere son mayores niveles de libertad para desarrollar sus negocios y no capas sobre capas de burocracia. Codelco por si sola representa por tamaño e importancia mucho más que todas las empresas públicas que puede manejar el SEP, además, nadie sabe de la capacidad e idoneidad que tiene este organismo para entender los aspectos técnicos y de negocios de esta compleja corporación, sabemos que no se puede improvisar como experto minero de la noche a la mañana. Al parecer, el SEP es una estructura creada para representar o extender el control del poder de Hacienda sobre las empresas públicas, más que contar con una especie de holding controlador. La pregunta es para que otro control mas, cuando las empresas públicas en general ya están bastante controladas y reguladas, ¿donde está el valor que agrega esta estructura?.

Creemos que se debe diseñar una estructura de “gobierno corporativo” para Codelco que refleje la realidad actual en materia de gobierno empresarial, que sea funcional a las necesidades de desarrollo de la empresa, y que necesariamente también recoja su especificidad de empresa de propiedad pública, es un asunto que requiere la máxima prioridad para el desarrollo del país.

Juan Villarzú lo declaro abierta y sinceramente en un seminario reciente organizado por SONAMI.- “Dado que el país mayoritariamente se ha manifestado contrario a privatizar Codelco, y dado que no hay consenso político para implementar una medida de este tipo, creo que la alternativa más clara es que Codelco se transforme en sociedad anónima, que se le dé ese estatus jurídico, pero con la condición de que el 100% de sus acciones permanezcan en manos del Estado con la prohibición de enajenar esas acciones, salvo que una ley de quórum calificado expresamente lo autorice”; sin embargo fue fustigado duramente por todo el oficialismo por considerarlo "no adecuado para el país". Dado este escenario, nada podríamos decir sobre ENAMI y ENAP, empresas que aun no entran al debate.

La ambigüedad en que están las empresas mineras del estado ahora le impide competir libremente en el escenario internacional e incluso cumplir la misión de aumentar su valor en favor de todos los chilenos. La comunidad minera debería pedir una definición clara por parte del gobierno, contraloría y el congreso, de manera que todos los chilenos sepan que tipo de empresa tenemos y podamos resolver en consciencia que tipo de empresas queremos.

Finalmente solo queda agregar y sin afán de ser majadero, que este tema llegó para el debate público y para quedarse, pero es necesario advertir que temas tan importantes para la vida nacional no deben ser definidos al calor de una contienda electoral, sino meditados con altura de miras y en beneficio del país. Lo anterior, nos llama a reflexionar sobre el proyecto de Ley presentado por Hacienda sobre gobiernos corporativos de empresas públicas, que pretende resolver por la vía rápida el tema planteado, con una propuesta que a todas luces solo logra acrecentar el poder de Hacienda en el aparato Estatal, los otros beneficios del proyecto están al menos para el debate.

T.N. - J.V.

martes, noviembre 01, 2005

¿CODELCO ENDEUDADO o CODELCO S.A.?

Codelco es hoy la empresa con la mejor calificación de riesgo de Latinoamérica, posicionamiento que será difícil de mantener como consecuencia del incremento de la deuda proyectado en el plan de negocios y desarrollo 2005. Intentar financiar con deuda la expansión a 3 millones de toneladas puede traducirse en un deterioro significativo en la calificación de riesgo de la empresa. Así queda de manifiesto, a la luz del reciente anuncio de Standard&Poor, una de las principales agencias clasificadoras de riesgo del mundo, que modificó de estable a negativa su apreciación del riego de Codelco en el mediano plazo si ésta insistía en, simultáneamente, llevar adelante su “agresivo” plan de inversiones y transferir la totalidad de sus excedentes al Fisco. Es importante hacer notar que dicho anuncio tiene como referente el plan de inversiones contemplado en el plan de negocios y desarrollo 2005 y no la expansión a 3 millones de toneladas

Dado que el país mayoritariamente se ha manifestado contrario a privatizar Codelco, y dado que no hay consenso político para implementar una medida de este tipo, creo que una alternativa más clara es que Codelco se transforme en sociedad anónima, que se le dé ese estatus jurídico, pero con la condición de que el 100% de sus acciones permanezcan en manos del Estado con la prohibición de enajenar esas acciones, salvo que una ley de quórum calificado expresamente lo autorice.

Villarzú plantea transformar Codelco en S.A. con el 100% de acciones en manos del Estado, es interesante destacar que transformar Codelco en una sociedad anónima resultaría ventajoso para la empresa y el país, aún cuando se decidiera no incorporar capitales de terceros y todas las acciones se mantuvieren en manos del Estado. Al adquirir Codelco el status jurídico de sociedad anónima, y además operar como si fuese abierta aún cuando no lo sea, desaparecerían ciertas cargas y restricciones que hoy la afectan (ley reservada, impuesto adicional, régimen presupuestario y de endeudamiento, aprobación de inversiones, etc.) y se resolverían las ambigüedades y diferencias relativas a la forma en que debe relacionarse con el Estado y sus instituciones , ya que éstas sólo podrían actuar en cuanto accionistas y a través de sus representantes en el Directorio. El Directorio sería el responsable de la administración de la empresa, responsabilidad que hoy está mayoritariamente radicada en la Presidencia Ejecutiva. Sería una sociedad anónima abierta cuyas acciones serían íntegramente de propiedad del Estado y no se transarían.

La ambigüedad en que esta la cuprífera ahora le impide competir libremente en el escenario internacional; Villarzú pide una definición clara por parte del gobierno, contraloría y el congreso, de manera que todos los chilenos sepan que tipo de empresa tenemos.

Si queremos una empresa de clase mundial tenemos que dejarla operar como tal, y eso implica hacer un sacrificio por parte de sectores que sienten tener mas control sobre la empresa, por otro lado hay que establecer controles efectivos y bien estructurados por que hay que velar que la empresa se maneje de acuerdo a los intereses del país.

El cobre y Codelco le brindan a Chile la oportunidad de financiar el gran esfuerzo en educación e innovación y desarrollo tecnológico imprescindible para acelerar el transito hacia una comunidad socialmente mas integrada, moderna y capaz de ofrecer crecientes espacios de libertad a todos sus miembros. Codelco está preparada para cumplir con su parte de la tarea. Pero, para que se mantenga competitiva y pueda aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo global, es esencial fortalecer su condición de empresa y dotarla del capital y de la capacidad de endeudamiento necesaria para financiar, a un costo competitivo, las inversiones programadas. El crecimiento de Codelco no puede financiarse sólo vía endeudamiento. Es imprescindible aumentar su capital. Si se desecha la posibilidad de recurrir a capital privado, quien tiene que asumir esa responsabilidad es el Estado o sea, todos los chilenos.

T.N.