jueves, octubre 20, 2005

La Minería de Bachelet

MINERÍA

La minería es fundamental para Chile por su alto impacto económico y gravitación social. En los últimos 15 años la minería, en particular el cobre, ha generado 1.200 millones de dólares anuales para el Estado, cuadruplicando su producción y consolidándose como un sector moderno y dinámico compuesto por importantes empresas públicas y privadas líderes de la industria. Estos logros son una base sobre la cual es posible proyectar una nueva etapa. En ella la minería no sólo continuará creciendo y atrayendo inversión, sino que también contribuirá de una forma más directa al esfuerzo del “salto al desarrollo”.

AGENDA MINERA PARA EL DESARROLLO

Para fortalecer la proyección y competitividad internacional de Chile como país minero, concordaremos una Agenda Minera para el Desarrollo. Esta idea se inscribe en la experiencia de países que han logrado el desarrollo en base a recursos naturales (Australia, Nueva Zelanda y países escandinavos).

Fortaleceremos la innovación tecnológica en minería, enfocada hacia las reales prioridades de la industria. Desarrollaremos el cluster minero, aprovechando que el tamaño del sector minero chileno favorece el desarrollo de mayores encadenamientos productivos a través de mecanismos de mercado. Generaremos una mayor oferta con base nacional en los campos de los servicios tecnológicos e ingeniería especializada, así como en los sectores de la construcción y equipamientos específicos para la minería. Apoyaremos decididamente esta estrategia y la proyección internacional de las empresas proveedoras, que redundará en mayor empleo y diversificación productiva.

Aplicaremos medidas técnicas que incorporen las mejores prácticas ambientales disponibles y permitan un desenvolvimiento seguro y sustentable de la minería, en el marco de un esquema de cooperación entre el sector público y el privado.


Impulsaremos el desarrollo de la Pequeña y Mediana Minería, de manera de incrementar significativamente su aporte al país y a las comunidades locales. Para ello facilitaremos el acceso a la propiedad minera, al ampliar y agilizar la licitación de propiedad minera de las empresas públicas.

Mantendremos a Codelco en un 100 por ciento en manos del Estado de Chile, asegurando así la activa participación de la empresa en el financiamiento social. Propondremos una reestructuración basada en el mejoramiento de su gestión y preocupándonos por las relaciones laborales, el medio ambiente y las comunidades locales.

Aseguraremos una gestión empresarial de excelencia para que el aporte de Codelco sea sostenible en el tiempo y en cualquier situación de mercado. Gestionaremos la empresa con la máxima responsabilidad en materia de costos.

Reformaremos la institucionalidad de la empresa, consistentemente con la Reforma de Gobiernos Corporativos, permitiendo una alta dirección profesionalizada y una adecuada expresión de su dueño en la dirección y control de su gestión, asegurando que las decisiones respondan a principios de sustentabilidad, racionalidad y oportunidad técnico-económica y a los intereses de su dueño, es decir, todos los chilenos.

(EXTRACTO DEL PROGRAMA DE GOBIERNO DE MICHELLE BACHELET)

lunes, octubre 03, 2005

MINISTERIO DE MINERIA CHILENO

(Publicado en Areaminera N°2, Agosto 2005)

SIN PODER CONCEBIDO

El ministerio de minería se rige y estructura de acuerdo con una norma de principio de los cincuenta (DFL Nº 231 de 1953). En esa época la minería, las empresas, el gobierno y el país en general respondían a una realidad significativamente diferente a la que existe actualmente. La minería, las empresas, el gobierno y el país se han modernizado, pero el la estructura del Ministerio de Minería no. Si su misión declarada es “generar, fomentar, difundir y evaluar las políticas y normas que optimicen el desarrollo minero sustentable del país, maximizando su aporte al desarrollo económico social y consolidando su liderazgo internacional”, una estructura obsoleta genera serias dificultades para cumplir las metas señaladas.

Si bien la misión del Ministerio de Minería aparece como ambiciosa y clara, las atribuciones objetivas y funciones para lograrlo son bastante precarias.

La dotación de personal propio con la cual fue organizada esta repartición pública es sin dudas insuficiente para poder pretender formular políticas públicas en condiciones razonables. Esta realidad ha generado la necesidad de solicitar a las empresas y servicios dependientes la facilitación de personal especializado para apoyar los procesos internos y el funcionamiento general del Ministerio. En la actualidad, muchas de las funciones estratégicas de la repartición están a cargo de funcionarios dependientes administrativamente de otros servicios y empresas, situación anómala que genera a lo menos algún grado de dudas sobre su idoneidad.

En lo que a normas se refiere, la capacidad real del Ministerio de Minería para dictar normas es discutible. A lo mas una participación en algunos comités técnicos de otras reparticiones publicas y sin ninguna capacidad de fiscalización de alguna de ellas

Muchos, dentro del sector minero tienen la impresión de que el gran problema del Ministerio es que tiene a Codelco en el Estado, siendo esta una de las empresas más grandes del mundo; otros opinan que el Ministerio es un problema para Codelco, por que este es anticuado y no se ha ajustado a la realidad mundial Minera. Ninguna de las dos opiniones puede ser valida sin pensar a Codelco como empresa del Estado y el Ministerio como representante del Estado en la minería. Ahora bien, si como podemos conjugar a un Estado empresario minero y establecedor de normas que aporten al desarrollo económico y social de Chile, entonces, necesitamos al Estado manejando, como dueño, a Codelco desde el Ministerio. En estos días se habla de sacar a los ministros del directorio de Codelco. Sin embargo, la Presidencia del Directorio de Codelco es probablemente uno de los únicos espacios de poder del Ministro de Minería, aunque en la realidad no sea así.

Se cuenta que en la época de la dictadura militar hubo una disputa entre el ministro de minería de la época y el presidente de Codelco. El primero era un civil y el segundo un general. Formalmente ganó la disputa el ministro, pero algunas semanas después ya no era ministro, siendo que el general seguía a cargo de Codelco.

En relación con la misión del ministerio vinculada al desarrollo económico y social, debe hacerse un reconocimiento de la existencia de algunos programas como por ejemplo el de apoyo a la pequeña minería. Sin embargo, se trata de programas menores, de bajo impacto y que no tiene la capacidad de hacerse realmente cargo de los problemas que intentan resolver o aliviar. Para realmente aportar al desarrollo económico y social del país, debiera insertarse a la minería dentro de la agenda económica de las políticas públicas del país. El ministerio no se encuentra dentro del círculo del poder político gubernamental y ello dificulta la inserción señalada. La política económica, incluyendo el tema minero, se define en otros ministerios.

En materia de liderazgo internacional, es fácil observar cómo la minería constituye la primera exportación de Chile. Claramente, nuestra producción y exportación de cobre es nuestra más visible y tal vez mejor carta de presentación nacional en el mundo. Más aún, como la inmensa mayoría de la producción de cobre nacional se exporta, el tema internacional general, mercados, regulaciones, medio ambiente, etc., es de primera relevancia para Chile. Sin embargo, el ministerio no cuenta con una estructura, recursos humanos y financieros para hacerse cargo de esta importante misión.

Por otra parte, a veces, da la impresión que la minería no está en agenda del Ministerio de Relaciones Exteriores, o al menos no en el grado y con la relevancia que sería de esperar habida cuenta su relevancia para el país. El Ministerio de Minería podría realizar una labor de sensibilización en materia internacional. En este contexto, seria deseable que en algunos países con los cuales Chile comparte agenda minera (Canadá, Australia, Sudáfrica, China, Japón entre otros) cuenten con agregados mineros chilenos. Por ultimo, coordinar y armonizar las agendas y actividades de todos los servicios del sector, debiera ser otra tarea del Ministerio en su ámbito internacional, tarea que hoy no realiza.

La agenda internacional minera es extensa y diversa. Los escenarios y situaciones son múltiples, dinámicos y cambiantes. Para hacer frente adecuadamente a tales escenarios se requiere la existencia de un ministerio con capacidad de conocer los temas, priorizar sus relevancias y realizar las acciones y tareas que sea menester, informando posteriormente a todos los actores interesados de los avances, cambios, acuerdos llevados a cabo. Esto requiere trabajo en equipo por funcionarios capacitados para ello, elaborando una agenda común. Hoy, el ministerio carece de esta capacidad de gestión.

Todas estas incoherencias hacen que regularmente aparezca al debate sobre necesidad del Ministerio de Minería. Tanto así que durante los primeros años del gobierno Lagos la responsabilidad de liderar esta cartera fue entregado a un triministro de Economía, Minería y Energía. Eso fue sin duda bajarle aun más el perfil a un Ministerio. Son muchos los actores del sector que recuerdan ese lapso como un periodo perdido, donde el Ministerio de Minería simplemente se adormeció.

Podría observarse la historia de sus autoridades en los últimos cinco o diez años. Cuántos de los ministros y subsecretarios de minería que al menos provinieran del sector minero. Por cierto, los hay, pero no son muchos, ni siquiera la mayoría. Y también buscar donde quedo su legado para el sector. No se puede sino celebrar la administración del Ministro Dulanto, reconocido en el sector y que sí dejará un legado real y fundamental para el desarrollo social y económico de Chile que ni siquiera hoy podemos dimensionar

Hoy el ministerio de minería ha vuelto a existir como tal, pero las preguntas que motivaron su breve desaparición se mantienen en pié e inquietan mucho más por los nuevos desafíos que vienen en minería. Se acabaron los tiempos del gigantismo de proyectos y las altísimas inversiones. Ahora el desafío a futuro estará en como generar desde la minería más riqueza y mejor calidad de vida para todos los chilenos. Un Gran paso fue el proyecto Royalty ya aprobado, pero aun existen muchos temas pendientes tales como el de propiedad minera y de cierre de faenas que serán de interés público como impacto ambiental y privado como inversiones y nuevas formas de mediana minería dentro de nuestro país.

El sector minero esta convencido que el país necesita un Ministerio de Minería fuerte, potente, con una estructura bien definida y con atribuciones claras y objetivas. Pero la realidad actual no es esa. En estos días se habla de reformas al ministerio y a los servicios del sector. Cabe preguntarse si sucederá algo más allá de los discursos, ya que, el problema es de fondo y parte por una reflexión de cómo insertar la actividad minera en el corazón de las políticas publicas del gobierno de Chile. Una vez hecho esto, habría que repensar y rediseñar las competencias y atribuciones necesarias para cumplir eficazmente esas nuevas labores. Pero así débil, anticuado y con funcionarios prestados por empresas del estado, mejor no. Sin poder concebido es la marca de fuego que quema al ministerio y no hacerse estas preguntas es como aquellos cortesanos que veían al rey desnudo, pero no decían nada y en cambio, alababan lo hermoso de sus vestidos. Y sin embargo, iba desnudo.

T.N. - R.f.C - I.M.